En las plantas de tratamiento de aguas residuales, el 70 % del consumo de energía se emplea en la aireación. Además, el consumo de energía de las unidades requiere de cinco a diez veces el precio de compra de una soplante. Controlar los costes de energía es fundamental para mantener bajos los costes operativos totales. Nos comprometemos a mantener sus costes operativos controlados ofreciéndole una de las máquinas más eficientes y fiables del mercado que rápidamente rentabilizará su inversión.

La gestión eficaz del agua es cada vez más importante debido a la escasez de recursos y a las crecientes presiones financieras. Cuando se utiliza un suministro de aire para mantener las bacterias vivas durante el proceso de tratamiento, la contaminación por aceite no es un hecho deseable. Esa es la razón por la que nuestros productos no contienen aceite, lo cual, además de reducir el consumo de energía, ayuda a reducir incluso más el impacto sobre el medio ambiente.

Nuestra red de ventas y servicio se extiende por más de 180 países de todo el mundo y mantenemos miles de instalaciones de aire comprimido a baja presión en todo el mundo, asegurándoles que sus equipos funcionarán siempre con la máxima eficiencia y que el tiempo de parada se limitará al mínimo.

Como las bacterias no pueden sobrevivir sin oxígeno, el suministro continuo de aire exento de aceite es importante para la calidad del proceso de tratamiento de aguas residuales. El suministro de aguas residuales puede variar durante el día, por lo que es muy importante que la instalación de la soplante pueda manejar una demanda variable de caudal de aire. Le ofrecemos tanto soplantes de velocidad fija con un alto rango de regulación, así como eficientes soplantes con accionamiento de velocidad variable.

El lavado a contracorriente consiste en bombear agua a contracorriente por el filtro. El aire exento de aceite impide que el medio filtrante se ensucie y quede inservible. Se trata de una forma de mantenimiento preventivo para que el medio filtrante se pueda reutilizar.

Una laguna de aireado es una cuenca de tratamiento que favorece la oxidación biológica de las aguas residuales. La eficiencia del sistema de aireación por difusión tiene un impacto directo sobre la calidad y el nivel del tratamiento de las aguas residuales que logra la laguna.

El aire y los microorganismos se utilizan para oxidar biológicamente los contaminantes orgánicos, produciendo lodos residuales que contienen materiales oxidados. El aire de los sistemas convencionales de lodos activados no debe contener aceite para evitar la contaminación del agua.

Los SBR son procesos de lodos activados diseñados para funcionar en condiciones inestables. Funcionan en un modo por lotes real, con aireación y sedimentación de lodos en la misma cuenca. Durante la fase de aireación, el caudal de aire se distribuye en el depósito. Gracias a las unidades de velocidad fija, el consumo de energía es mucho menor, generando una ventaja competitiva en términos de costes.

Variante del sistema convencional de lodos activados en la que la separación de sólidos y líquidos se realiza mediante una membrana (micro o ultrafiltración). Genera ventajas en el control del proceso y en la calidad del agua de los productos, pero con un alto consumo de energía y un proceso de tratamiento biológico intensivo.