La sostenibilidad es un pilar esencial para el desarrollo de nuestras operaciones en Record Electric. Medir nuestro impacto ambiental no solo es una muestra de nuestro compromiso con el medio ambiente, sino también una herramienta clave para identificar áreas de mejora, optimizar procesos y cumplir con nuestras obligaciones legales y socioambientales.
Gestión de residuos: Reciclaje y disposición responsable
En Record Electric, uno de los principales desafíos es la gestión de los residuos generados por nuestras actividades de compra, venta y reparación de equipos electromecánicos.
Para abordar esto, hemos implementado un sistema de clasificación de residuos que nos permite maximizar la reutilización y el reciclaje, reduciendo la cantidad de desechos que van a disposición final.
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Clasificación de residuos
Clasificamos los residuos en dos grandes categorías: reciclables y no reciclables. Los materiales reciclables, como metales viejos, papel, plástico, polietileno y cartón, con apoyo de la empresa Soluciones Ecológicas, se envían a centros especializados para su reciclaje. Este proceso no solo minimiza el desperdicio, sino que también reduce la demanda de materias primas nuevas, disminuyendo el impacto ambiental asociado a su extracción y producción.
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Disposición de residuos no recuperables
Los residuos no recuperables, como aceites usados, hidrocarburos y pinturas, requieren un manejo especializado. Trabajamos en estrecha colaboración con empresas de gestión ambiental como COMPASSA y ENERPY, quienes nos ayudan a garantizar que estos materiales se dispongan de manera segura y cumpliendo con las regulaciones ambientales vigentes. Esta disposición responsable previene la contaminación del suelo y el agua, contribuyendo a la protección de los ecosistemas.
Medición del consumo de recursos
En Record Electric, la medición del consumo de recursos es una práctica esencial para gestionar el impacto ambiental de nuestras operaciones. Monitoreamos regularmente el consumo de agua y electricidad, lo que nos permite identificar patrones de uso y desarrollar estrategias para optimizar estos recursos.
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Consumo de agua y energía
Medir el consumo de agua y electricidad es clave para evaluar nuestra eficiencia operativa. Registramos los datos mensualmente, y utilizamos estos registros para calcular indicadores clave de rendimiento (KPIs), como el consumo de energía por unidad de producción. Estos KPIs nos ayudan a identificar áreas en las que podemos mejorar y establecer objetivos de reducción específicos.
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Uso de KPIs para el seguimiento del progreso
La implementación de KPIs ambientales ha sido fundamental para nuestra gestión. Por ejemplo, monitoreamos la cantidad de residuos reciclados cada mes y comparamos nuestros resultados con años anteriores para evaluar el progreso. Además, el seguimiento del consumo energético nos permite implementar iniciativas de eficiencia, como la instalación de equipos de bajo consumo o la optimización de los procesos.
Beneficios de medir y gestionar el impacto ambiental
La medición y gestión del impacto ambiental trae múltiples beneficios tanto para la empresa como para el entorno. A través de esta práctica, no solo cumplimos con las regulaciones ambientales, sino que también avanzamos en la mejora continua de nuestros procesos.
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Mejora continua y optimización
La recopilación y análisis de datos nos permite identificar áreas con potencial de mejora. Por ejemplo, al monitorear la gestión de residuos, hemos podido implementar cambios en los procesos que se traducen en mayor eficiencia y trazabilidad de los recursos, pudiendo tener un mejor panorama de nuestro verdadero impacto ambiental. Así mismo, medir el consumo energético nos ha ayudado a mejorar procesos administrativos para el control más eficiente en esta área.
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Cumplimiento normativo y minimización de riesgos
El cumplimiento de las normativas ambientales es una prioridad. Al gestionar adecuadamente nuestros residuos peligrosos y llevar registros precisos de nuestro impacto, reducimos los riesgos asociados a sanciones o problemas legales. Además, esto fortalece nuestra reputación como empresa responsable.
Consejos prácticos para otras empresas
Basándonos en nuestra experiencia, podemos recomendar algunas acciones para que otras empresas comiencen a medir y gestionar su impacto ambiental de manera efectiva:
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Iniciar con una evaluación de residuos
Realizar un análisis inicial para identificar los flujos de residuos generados y clasificar cuáles son reciclables y cuáles requieren disposición especial. Este es un primer paso importante para establecer un programa de reciclaje.
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Elegir indicadores de impacto relevantes
Seleccionar KPIs específicos según la actividad de la empresa. Por ejemplo, medir la cantidad de residuos reciclados, el consumo de agua por unidad de producción o la reducción de emisiones de CO2.
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Colaborar con expertos en gestión ambiental
Trabajar con empresas especializadas, como COMPASSA, Soluciones Ecológicas o ENERPY, facilita la implementación de buenas prácticas y asegura un enfoque integral en la gestión de residuos.
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Fomentar la participación de los empleados
La concienciación y participación de los colaboradores es fundamental para el éxito de cualquier estrategia ambiental. Involucrar a los equipos en iniciativas de reciclaje y ahorro de energía genera un impacto positivo más amplio.